Como cambió nuestro paisaje
Descubre cómo vivíamos a principios del siglo XX
¿De qué hablamos?
Con el paso del tiempo las ciudades cambian para adaptarse a las necesidades de sus ciudadanos y a menudo por intereses económicos.
Hoy nos vamos a centrar en una época, a principios del siglo XX, en la que hubo un acontecimiento que transformó Castilleja y Sevilla: La Exposición Universal de Sevilla de 1929.
A finales del siglo XIX se empezaron a construir edificios con un estilo que recordaba a monumentos antiguos, eran el estilo regionalista. Algunos los conocéis, como es el Colegio de las Irlandesas de Castilleja y os sonará otro llamado el Costurero de la Reina de Sevilla.
En aquella época, algunos empresarios sevillanos que habían realizado varias ferias de muestras, pensaron en realizar una exposición ultramarina. En 1911, las cortes españolas aprobaron una partida de 3 millones de pesetas para realizarla.
Se pensó en los terrenos que ocuparían parte de los jardines de San Telmo, el parque María Luisa y posteriormente la Palmera.
La obra se encargó a un arquitecto llamado Aníbal González, que diseñó espacios como la Plaza de España y la plaza de América.
Un cambio que afectó a su entorno
Esta obra cambió Sevilla, pero también su entorno, facilitando los accesos a la ciudad se construyeron nuevos puentes, carreras, venían personas a trabajar en la obra de todas partes...
Cambios en Sevilla
La celebración de la Expo del 29 supuso grandes cambios en Sevilla, Se construyó la Avenida de la Constitución, el hotel Alfonso XIII, los pabellones de los países participantes, de los que se conservan muchos de ellos, así como teatros y otros espacios.
Cambios en Castilleja
En Castilleja a principios del siglo XX se transformó la calle Real y se construyeron allí nuevos edificios. En ella aparecieron nuevos negocios, como las fábricas de tortas o algunos que trabajaron expresamente para la Expo del 29 como la fábrica de alfombras Baldomero.